lunes, 10 de diciembre de 2012

Mucho palo y poca zanahoria

Ayer leí la noticia de que el Ayuntamiento de Madrid ha decidido que multará hasta con 750€ a aquellas comunidades de vecinos en los que alguno de los uno de ellos no separe correctamente la basura para su reciclaje. No es que me extrañe, porque parece que de lo que se trata es de cómo conseguir ingresos adicionales de la forma que sea, pero cuando lo leí no pude menos que acordarme de cuando el profesor amenzaba con castigar a toda la clase si el autor de aquella caricatura en la pizarra no se identificaba voluntariamente o era "entregado" por alguno de sus compañeros. Siempre he pensado que esas prácticas suponen una especie de secuestro en la que se obliga a un colectivo a ejercer labores de policía que no les corresponde. La medida, aunque no soy abogado, se me antoja como bastante cuestionable desde el punto de vista legal -¿Qué culpa tengo yo de que mi vecino sea un incívico?- y, como ejemplo, algo que leí en un tuit que no he sido capaz de localizar después, motivo por el que no puedo asignar su autoria: es tan absurdo como decir que se va a multar a todos los vehículos en una calle porque el primero se ha saltado un stop.

En cualquier caso, mi reflexión va por otro lado. Parece que la única estrategia que tienen nuestros gobernantes es siempre la punitiva: si haces algo mal, pues castigo al canto y si, además, puedo castigar a unos cuantos más, pues mejor. Como padre siempre me advirtieron que no vale solo el castigo para educar, que hay que dar una de cal y otra de arena y ser capaces no solo de castigar a tu hijo cuando hace mal las cosas sino de reconocer también cuando las hace bien y felicitarle por ello. Eso, que ya me decían que debía hacer cuando mis hijas eran pequeñas, lo he ido experimentando con los años hasta estar completamente convencido de que -salvando algún castigo de vez en cuando- el camino del reconocimiento y la recompensa es mucho más efectivo que el de la reprimenda constante. Debe ser que a nuestros gobernantes, cuando eran pequeños, sus padres sólo les educaron por la senda del castigo y la otra alternativa es un territorio inexplorado para ellos.

Hace unos días mi socio Fernando Amigo (@famigopro en Twitter) publicó una entrada en el blog de nuestra empresa hablando de este tema que creo que viene muy al caso y del que dejo aquí el enlace para el que lo quiera leer. Se trata de cómo emplear una técnica bastante de actualidad, la gamificación, y de cómo puede ser empleada para abordar determinados aspectos del comportamiento ciudadano. El resumen es bastante sencillo, y más allá de que según el caso su implementación pueda ser más o menos sencilla, consiste en fomentar que los ciudadanos hagamos bien las cosas por el gusto de hacerlas bien y por la gratificación que uno siente cuando es reconocido por haberlo hecho de esa manera. Es decir, ¿qué pasaría si el Ayuntamiento de Madrid, en vez de pegar con el palo al que no recicla -de hecho a él y a todos sus vecinos- intentase premiar y reconocer a aquellos que lo hacen bien? Desafortunadamente, dar con el palo parece que es mucho más sencillo y mucho más oneroso para las arcas municipales.

Un saludo a todos y buena tarde.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Tontos no son... aunque incapaces seguramente

Esta mañana, un amigo, @JorgeCansinos, publicaba en Twitter un enlace a un blog en el que el autor hacía un análisis de por qué las políticas económicas del gobierno no conducen a ningún sitio. El contenido del mismo está bien pero, la verdad, aporta poco de novedoso porque simplemente abunda en algo que todo el mundo sabe: las políticas de recorte no conducen más que a la paralización de la economía. La pregunta es: si todos lo tenemos tan claro ¿por qué el gobierno parece no darse cuenta de ello?. Mi opinión personal es que sí que se dan cuenta porque creo que tontos, al menos, no son. Entonces, si se dan cuenta de que el camino por el que van no lleva a ningún sitio ¿por qué se empeñan en seguir por el mismo? Pues, de nuevo mi opinión personal -que para eso es mi blog- es que simplemente son incapaces de hacer otra cosa. El gobierno parece haberlo apostado todo al refrán "No hay mal que cien años dure..." pero parece que se les ha olvidado la segunda parte del mismo "... ni cuerpo que lo resista".

Sin embargo, no sé por qué nos sorprendemos de ello. Por un lado, con independencia de que la mayor parte de las medidas que están tomando no tienen nada que ver con su programa electoral, sólo hay que ver cuál era su principal argumento por el cual todos debíamos votarles "ZP es el mal, basta con que se vaya y lleguemos nosotros para que se genere una confianza inmediata en la economía española que nos sacará de la crisis en un par de telediarios". Bueno, efectivamente ZP podía ser el mal, pero el problema era algo más profundo que eso y está claro que no bastó la llegada del PP para que todo se arreglase. ¿Qué pasa después? Pues pasa que parece que Mariano no tenía plan B. Se encontró con que la economía no mejoraba por arte de magia y se quedó sin recursos. Mariano no sabe por dónde salir. Estoy convencido de que el mismo sabe que una política basada sólo en recortes no lleva a ningún sitio pero no sabe qué otra cosa hacer. Así como ZP culpaba a "la crisis internacional que vino del otro lado del Atlántico" de todos los males de nuestra economía, Mariano se ha echado en brazos del entorno internacional para que nos saque de ella, siguiendo a pies juntillas todas las indicaciones de recortar, recortar, recortar... que llegan desde Alemania. Mariano vive en la esperanza de que la crisis internacional se acabe y, simplemente por contagio. empecemos a crecer porque sí. Es decir, vive en la esperanza de que la crisis no dure cien años (o diez o los que sean), pero se olvida de que como dure más de la cuenta nuestro cuerpo, nuestro país, no lo va a resistir.

Vaya por delante que estoy de acuerdo en que el gasto público debía reducirse aunque difiero en la forma en la que debía hacerse. Los recortes se han limitado a suprimir, uno detrás de otro, servicios públicos en lugar de recortar toda la grasa que existe en la administración pública. Es como si en una familia en crisis, en la que los gastos son mayores que los ingresos, para ahorrar, se decide suprimir la cena mientras se mantienen las vacaciones en el Caribe. Aquí el gobierno ha decidido recortar en educación, sanidad, etc.mientras no toman la iniciativa de reducir toda la burocracia innecesaria originada en el siglo XIX y que seguimos manteniendo hasta nuestros días. Eso por no hablar de subvenciones a partidos, fundaciones, coches oficiales, etc. que por más que sean el chocolate del loro son inaceptables. No, tomar esas decisiones es más complicado porque hay que pensar, tener iniciativa -en el caso de la reducción de burocracia- o renunciar a privilegios -en el caso de subvenciones y coches- y no están dispuestos a hacer ninguna de las dos cosas.

Cada día cuando abro (figuradamente) la prensa, espero encontrarme una declaración del gobierno presentando toda una serie de medidas para reactivar la economía... pero no. La música no cambia y la letra es siempre la misma: recortes por un lado, subida de impuestos por el otro. Lo más desesperante es que a uno le gustaría pensar que ya que el gobierno no parece tener la solución existiese una oposición con propuestas diferentes pero qué va, el supuesto partido de la oposición sólo propone subir o crear nuevos impuestos: impuestos a las grandes fortunas, impuestos a las transacciones financieras, recuperar el impuesto del patrimonio... pero de medidas para estimular la economía ni una. Eso sí, la verdad que el PSOE está mucho más preocupado en autoaniquilarse que en cualquier otra cosa, así que tampoco se les puede pedir mucho más.

Medidas que se pueden tomar... muchas. A mí, sólo viendo mi entorno se me ocurren unas cuantas. Simplemente con que a alguien se le ocurriese revisar el proceso de creación de empresas ya sería un buen estímulo. Hace poco, con un amigo que se planteaba empezar a desarrollar actividades profesionales de forma independiente, descubrimos un blog en el que el autor proponía crear una empresa en el Reino Unido en lugar de en España. Las ventajas eran tremendas, no sólo desde el punto de vista de plazos sino de obligaciones de las nuevas empresas. ¡Qué envidia tú! Al final, la verdad que la cosa era difícil de aplicar pero porque si se hacía de aquella manera se corría el riesgo de que, de todas formas, la burocracia española se lanzase a tu cuello en forma de todo tipo de sanciones. Es decir, parece que en lugar de ver cómo copiar el esquema de creación de empresas en otros países que aporta una grán agilidad a la economía, aquí el esfuerzo está en ver cómo hacemos que todo el mundo se mantenga dentro de nuestro redil. Que sí, que ya sé que hace meses se desarrolló un procedimento "exprés" de creación de empresas... paparruchas desde mi punto de vista en la medida de que en dicho procedimiento sigue interviniendo el notario, el registro mercantil, la AEAT, la seguridad social, los bancos...

A veces pienso que el problema de nuestro país es tan estructural que no tiene solución. Bueno, realmente sí tendría solución pero un tanto drástica: algún tipo de desastre natural que se llevara por delante la estructura del estado y hubiera que crearla desde cero. Estos momentos de pesimismo, la verdad, me duran poco porque al rato vuelvo otra vez a ver que nuevas ideas se nos ocurren para reinventarnos nuestra empresa y salir de la crisis por nuestros propios medios ya que como nos quedemos esperando a que sea el gobierno el que nos saque "nuestro cuerpo no aguantará".

Un saludo a todos y buen domingo!




sábado, 1 de diciembre de 2012

Carta abierta a Aitor Merino

Estimado Aitor,

El viernes tuve la oportunidad de escuchar la entrevista que te hicieron en la Cadena Ser sobre el documental que has realizado "Asier y yo", en el que relatas como uno de tus mejores amigos de la infancia decidió integrarse en ETA. Cuando Gemma Nierga empezó a introducir el tema me pareció algo muy interesante. Es una situación por la que seguramente mucha gente en el País Vasco ha pasado y conocer cómo se vive creo que puede aportar mucho a acabar definitivamente con el problema. Lamentablemente, a medida que empezaste a contar la historia, todas mis expectativas se vinieron abajo. Durante este fin de semana he vuelto a escucharla otra vez con más tranquilidad, aprovechando para tomar nota de lo que ibas diciendo.

Gran parte de tus argumentos alrededor de Asier están relacionados con su condición de ser humano. Dices "...hay una tendencia a no profundizar en ciertos aspectos y a deshumanizar a las personas que también... que son humanas como nosotros por más que no estemos de acuerdo con las decisiones que puedan tomar o las decisiones o incluso las acciones..." y más adelante "Asier es una persona como cualquier otra que ha tomado una decisión con la que mucha gente no estará de acuerdo pero Asier tiene los sentimientos que tiene todo el mundo". No quiero entrar en una disquisición filosófica sobre lo que significa ser humano. Soy ingeniero, ni filosofo ni psicólogo. Pero no, para mí Asier no es un ser humano. No me malinterpretes, no quiero decir con ésto que no tenga todos los derechos y que como tal debe ser tratado, pero será así porque los que sí somos seres humanos somos los demás, no porque lo sea él. Hace tiempo leí que los terroristas son capaces de desprenderse de toda la empatía con sus víctimas, es decir, que para ellos matar a una persona sea militar, policia, concejal o ciudano de a pie, sea adulto o niño, no supone más esfuerzo que el de matar a una mosca que nos molesta. Un terrorista, cuando comete un atentado no se plantea el daño que va a causar. Para él si la víctima muere o sufre amputaciones o si sus hijos quedan con secuelas sicológicas tiene el mismo efecto que el de lavarse las manos después de matar la mosca. No, Asier no tiene los sentimientos que tiene todo el mundo porque si los tuviese jamás podría plantearse haber seguido el camino que siguió. Afirmaste "...hay una tendencia a no profundizar en ciertos aspectos y a deshumanizar a las personas que también... que son humanas como nosotros por más que no estemos de acuerdo con las decisiones que puedan tomar o las decisiones o incluso las acciones..." con una tranquilidad tal que no podía dar crédito a mis oídos. No, la verdad que nunca podré estar de acuerdo con alguien que empuña un arma para pegarle un tiro en la nuca a otra persona o que pone una bomba en los bajos de un coche dándole igual quién vaya dentro y si van a morir o van a quedar con taras de por vida. Y no, no le deshumanizo yo, se deshumaniza él sólo. "Se puede ser amigo de un terrorista? Bueno, yo lo soy". Supongo que ahí radica la diferencia. Tú antepones la amistad a la racionalidad, te planteas la amistad como un dogma de fe que está por encima de todo. Será porque no creo en los dogmas de la fe por lo que tampoco puedo pensar que alguna vez sería amigo de un terrorista. No, ni de un terrorista ni de un pederasta que fue el otro ejemplo de "humanidad" que ponías.

Supongo que, dicho esto, me situarás del lado de los inmovilistas, intransigentes que sólo piensan en poner palos en las ruedas para que la situación del País Vasco pueda tener una solución definitiva. Que soy uno más de los que clama venganza. Bueno, pues si piensas eso, no sabes lo confundido que puedes llegar a estar. Yo considero que, efectivamente hay que dialogar para encontrar una salida pero en un momento dado de la entrevista te preguntan "...en algún momento en este documental él muestra arrepentimiento?" y tu contestas sin titubear "No, no lo muestra." ¿Diálogo? ¡Claro! Pero un diálogo honesto por ambas partes. Dialogar con alguien que considera que matar a 21 personas en Hipercor está justificado es imposible porque él no dialoga con las palabras, él dialoga con una pistola encima de la mesa: "o este diálogo termina como yo quiero que termine o empiezo a disparar de nuevo". No, eso no es diálogo, es una pantomima. Y la única forma de que haya diálogo es que los terroristas se arrepientan, pero no de boquilla, sino de corazón porque sólo en ese momento recuperarán su condición de humanos y entonces se podrá hablar de igual a igual. Hay un momento en la entrevistra que dices "entiendo que hablando las personas se entienden". Sí, es verdad, estoy de acuerdo. Pero no es lo mismo cuando uno de los que está hablando tiene una bomba lapa en su mochila preparada para colocarla debajo de un coche. No, eso no es hablar. Tú mismo pierdes la razón. Tú quieres hablar con todo el mundo para explicar por qué Asier es tu amigo y por qué a pesar de que hizo lo que hizo y es lo que es tenemos que aceptar que es humano y entender sus motivo. No Aitor, el problema es que si esas mismas razones se las preguntamos a Asier nos contestará con una pistola en la mano.

En fin, ya te digo que cuando escuché la introducción de la entrevista me pareció un tema interesante pero a medida que avanzaba la misma fuiste perdiendo toda la credibilidad que habías ganado en el minuto 1. Tú intentas vestir tu documental como un esfuerzo por intentar explicarnos la situación de Asier y por qué tomo ese camino pero, la verdad es que no es así. Mi querido Aitor, tu documental no es eso que tú te piensas. Tu documental es un intento por lavar tu conciencia de cómo puedes ser amigo de un asesino y vivir con ello. Es un intento tuyo desesperado por encontrar una salida a ese laberinto -un agujero negro ralmente- en el que te encuentras. Como tú dices "... y además es mi amigo, y si es mi amigo será por algo."

Un saludo,



Javier Pérez

miércoles, 17 de octubre de 2012

La marca España... mejor desmarquémonos de ella.

El sábado acudí a un evento TEDxGran Vía sobre, Smart Cities, tema que realmente me apasiona pero que no es el objeto de esta entrada del blog. No, lo que quería contar es algo que pasó y que me dejó un tanto pensativo.

Una de las ponentes Loretxu García Arraztoa, chilena ella, estaba presentando su ponencia "La vivienda, medio para realizar un cambio social profundo" y en un momento dado hizo referencia al terremoto de Chile de hace unos meses comentando que las infraestructuras habían aguantado en general para a continuación añadir "sólo un puente se cayó, y estaba construido por una empresa española". No sé qué fue peor, si escuchar el comentario o las risa/sonrisa de muchos de los asistentes.

He tenido la oportunidad de viajar mucho por Latinoamérica. Siempre ha habido un grupo recalcitrante embarcado en acusaciones de neocolonialismo, relacionadas con el hecho de que las empresas españolas estaban "reconquistando el continente y esquilmándolo de nuevo de la misma manera que ya nos llevamos sus riquezas hace 500 años, pero, incluso con esas acusaciones, realmente no ha habido nunca duda de que los servicios que las empresas españolas prestaban eran de la primera calidad y estaban contribuyendo al desarrollo de los diferentes países. Ahora, las cosas han cambiado y la marca España está por los suelos. Yo no son sólo Kirtschner o Morales quienes impunemente expropian las filiales de las empresas españolas, es que los propios ciudadanos de a pie ridiculizan también las ridiculizan y, lo que es peor, nosotros nos reímos asintiendo.

Tenemos nuestra autoestima por los suelos. Hasta ahora era la selección de fútbol quien nos echaba un cable pero ya ni eso, que ayer hasta Francia nos empató jugando en casa en el minuto 94. Será mejor que busquemos la forma de levantarla porque, si no, de este agujero no salimos.

Buena tarde a todos.

lunes, 20 de agosto de 2012

La Fundación Alternativas y el futuro del PSOE

Llevo meses sin escribir aquí. Debo reconocer que, a pesar de lo "trepidante" de la situación político/económica, me sentía carente de ideas. Hablar de la crisis, de la corrupción, de la prima de riesgo... ¡Bufff! ¡Qué pereza! Soltar alguna chorrada en un tweet, pues vale, pero dedicar una entrada entera del blog... como que no.

Esta tarde he leído un tweet que inmediatamente me ha traido las manos al teclado. Es el siguiente:


En el César Calderón (@CesarCalderon) copia un enlace a la Fundación Ideas con, valga la redundancia, ideas para cambiar el PSOE. Este es el enlace directo al tweet. Y este el enlace al artículo que él mismo publicó en la web de la Fundación Ideas en abril de este año y al que hace referencia.

Quien haya leído otras entradas de este blog ya sabrá que suelo utilizar con mucha frecuencia mi propia experiencia particular para expresar mis opiniones (algo lógico por otra parte). Y sí, también tengo mi propia experiencia particular con la Fundación Ideas.

Hace unos años estaba yo con un cosquilleo ciudadano en mi interior. Algo había en mí con ganas de pringarme en la política. De aquella época son mis escarceos como militante del partido socialista y, de aquella época es tambíen mi contacto con esta fundación. Con ganas de aportar mi granito de arena en algún sitio que sirviese para intentar cambiar el modelo de sociedad que teníamos -eran los años del boom pero a mí había algo que ya no me gustaba- descubrí la existencia de la Fundación Ideas y decidí hacerme socio de la misma. Me empezaron a llegar convocatorias descubrí que había temas sobre los que trabajaban en los que yo pensé -iluso de mí- que podría involucrarme.  Decidí ponerme en contacto con la fundación y... me pegué con un muro infranqueable.

Mandé varios correos electrónicos interesándome por la posibilidad de colaborar con la fundación. Respuesta: silencio absoluto. Llamé por teléfono preguntando. Respuesta: nos pondremos en contacto con ud. pero luego nunca me llamo nadie. Mandé más correos quejándome por la falta de respuesta. Resultado: silencio absoluto. Ya para terminar, decidí enviarle un correo directamente al presidente que era entonces el mismo que ahora. Resultado: lo ignoró olímpicamente. Obviamente, decidí darme de baja.

La Fundación Alternativas es una más de la red de fundaciones que tiene el PSOE junto con la Fundación Pablo Iglesias o la Fundación Ideas... y, como las demás, no es más que un aparcamiento de ex-responsables del partido. En estas fundaciones no colabora cualquiera sino sólo gente -sean militantes o no- están próximas a las tesis oficialistas. Por ello, a pesar de que se supone que están para generar ideas para mantenerlo actualizado, cubren pobremente su función. No, ni la Fundación Ideas ni la Fundación Alternativas cumplen con sus objetivos de generar ideas y alternativas, como dicen sus respectivos nombres. ¿Significa eso que sus actividades sean inútiles? En ellas se realizan trabajos de calidad, críticos con la sociedad, con las instituciones... críticos con todo menos con el propio partido. Por eso, cuando he visto que César Calderón hacía referencia a la Fundación Alternativas como herramienta para impulsar el cambio en el PSOE no he podido reprimir la sonrisa en mi cara y mis ganas de escribir sobre ello.

Como dice César Calderón, el partido debe dialogar con la sociedad y, para ello, lo primero que debe hacer es abrirse a los críticos al partido. No sólo hay que escuchar a los críticos de dentro, hay que escuchar a los críticos de fuera cosa hoy impensable con la organización actual. Pero, mi opinión es que ni siquiera eso sería suficiente. No hay que escuchar sólo a los críticos, sean de dentro o de fuera, porque estos críticos tienen, en su mayoría una mayor o menor vinculación con el partido. No, hay que escuchar a los críticos que no tienen vinculación alguna con el mismo. En resumen, hay que escuchar a todos los ciudadanos no sólo a los que nos dicen cosas que queremos oir.

En fin, se podrá pensar que esto no es más que una pataleta porque a mí no me hicieron ni caso. Puede ser. Pero lo cierto es que, en tanto que nadie se molestó en analizar mi trayectoria personal o profesional para rechazar mi solicitud de colaboración, la verdad que me da la sensación que me habrían ignorado aunque hubiese sido cualquier otro. No, no tenía ningún "amigo" que me introdujese.

Bueno, creo que me ha quedado una entrada un tanto rara al blog pero, espero que se me disculpe por aquello de los calores del verano.

Un saludo a todos.




jueves, 28 de junio de 2012

Quiero que me rescaten

A quien corresponda:

Muy señores míos. Estoy leyendo estos días toneladas de información sobre el rescate a la banca. En mi humilde entendimiento, este rescate de lo que va es de que nuestros bancos no tienen dinero para hacer frente a sus obligaciones a corto/medio plazo por lo que, o alguien se lo presta , o se van al garete. Se supone que, a pesar de que tienen sus cuentas como las tienen, con ese dinero los gestores  serán capaces de generar más negocio que les permitirá, a su vez, generar los ingresos y beneficios suficientes como devolver el dinero que ahora les van a prestar. El rescate es obligado por la cantidad de personas que se pueden ver afectadas en caso de que estas entidades terminen por quebrar.

Pues bien. En nuestro caso, a diferencia de las entidades financieras, el problema no viene por una pésima gestión del negocio, ya que yo no nos hemos dedicado a darle crédito alegremente a nuestros clientes sin preocuparnos de los problemas que nos podríamos encontrar si no lo devolviesen como les ha pasado a loas bancos. No, nosotros no hemos dado más crédito que el indispensable y ninguno de nuestros queridos compradores nos ha fallado en ese sentido. Tampoco en la época de las vacas gordas nos hemos forrado. El negocio es un comercio modesto que da para ir tirando de una forma más o menos digna y, desde luego, donde no hay espacio para bonus multimillonarios. Lo hemos gestionado lo mejor que hemos podido y sabido pero ahora nos vemos inmersos en una tremenda crisis en la nuestra clientela habitual dispone de menos dinero para comprar.  Al que no se ha quedado en paro, le han bajado el sueldo y el que no ha sufrido ni una cosa ni la otra está acongojado (realmente había escrito otra cosa) pensando en que le puede pasar. En resumen, que las ventas han bajado de una forma significativa.

El negocio que regentamos es un negocio muy estacional, en el que en estos 3 próximos meses las compras supone más del 60% del total anual. Con algunos proveedores tenemos crédito pero, en general, nos toca pagar a tocateja cuando nos sirven el material, si no antes. Con la bajada de las ventas nuestra tesorería ha disminuido de forma muy importante por lo que nos las vamos a ver y desear para poder hacer frente a todos esos pagos y poder seguir prestando nuestros servicios a los clientes y por eso nosotros también necesitamos que nos rescaten.

De la misma forma que a las entidades financieras, queremos que nos concedan unos créditos a devolver a largo plazo que nos permitan hacer frente a las compras que se nos vienen encima y que, a diferencia de ellas, podremos devolver cuando hayamos vendido la mercancia. Lo de que el crédito sea a largo plazo (quizás sólo a medio) es porque con lo complicada que está la cosa, aunque seamos capaces de vender todo el stock, el volumen de negocio de este año va a ser menor que el de los anteriores, así que ese crédito nos dará aire para poder comer mientras salimos de la crisis. Por supuesto, nos comprometemos a ser también más eficientes y reduciremos todos los consumos que estén a nuestro alcance aunque ello suponga no poner el aire acondicionado en verano o la calefacción en invierno. Nos comprometemos a hacer que todo lo que esté en nuestra mano para acelerar la devolución de esos préstamos. Por otro lado, en cuanto al impacto que puede tener nuestra quiebra, pues a escala diferente por supuesto, nuestro negocio nos da de comer no sólo a nosotros sino también a nuestros hijos y supone, también, una parte importante de ingresos para alguno de nuestros proveedores. Es decir, como en el caso de las entidades financieras, la quiebra de nuestro negocio supone, también, daños a terceros que se pueden evitar si nos rescatan.

Sin embargo, hay algo que nos diferencia de las entidades financieras en proceso de rescate. Nosotros no hemos contribuido a crear ninguna burbuja que, al explotar, no sólo nos ha afectado a nosotros sino a toda la sociedad. El motivo de la crisis de nuestra empresa no es derivado de nuestra gestión sino, curiosamente, de la de los gestores de esas entidades financieras en rescate. Ellos no han sido capaces de pilotar su trasatlántico y están a punto de hundirlo. Al hundirse, todos los barquitos pequeños que estábamos alrededor, con las turbulencias del hundimiento, nos estamos yendo a pique pero mientras que en su ayuda acude toda la flota al rescate, de nosotros nadie se acuerda. Ellos no se hundirán y los capitanes seguirán al frente de sus flamantes buques con su chaqueta de botones dorados y gorra blanca. Nosotros nos quedaremos flotando agarrados a una tabla después de haber perdido todo lo que teníamos.

Pero eso, estimados señores que mandan, no es justo y por eso les ruego que activen un rescate de las pequeñas y medianas empresas de este país. Porque nosotros somos los que creamos un valor real y no un valor financiero ficticio. Porque nosotros no vendemos hipotecas a quien no puede pagarlas sino que, por la cuenta que nos trae, nos aseguramos de vender aquello que se puede comprar (dejaré al lado el caso de las administraciones públicas como clientes). Porque nosotros no nos inventamos productos derivados compuestos de otros derivados de valores subyacentes que se apoyan en otros derivados. No, nosotros vendemos nuestro trabajo.

Comentando esto con un amigo me decía que es que, precisamente, los bancos nacionalizados servirán para eso, para que el estado pueda conceder créditos a empresas como la nuestra a la que los bancos privados no quieren ni recibir. No dudo que esa sea la estrategia pero me aterroriza. Primero porque los gestores de los bancos siguen siendo, en su mayoría, los mismos (vale ha cambiado la cabeza pero bajando uno o dos niveles ya los cambios son sólo de sillas). Segundo porque para cuando esos bancos nacionalizados hayan recompuesto su casa y estén en disposición de poder empezar a rescatar pequeñas empresas, seguramente, ya no tendrán a nadie con quien hacerlo. Por todo ello, no quiero que me rescate un banco rescatado por haber hecho las cosas mal. Igual que a ese banco, que no se lo merece, yo quiero que me rescate también el estado.

Quedo a la espera de sus noticias.

jueves, 3 de mayo de 2012

Pobres sí, tontos... no!

Venía en el coche oyendo Hora 25 en la Cadena SER. Hablaban del nuevo peaje por el uso de las autovías. Ha comenzado hablando alguien que no sé quién era pero que, por su discurso, puedo imaginarme que era próximo al gobierno o al PP al menos. En el "speech" que se ha marcado ha justificado que había, al menos, cuatro razones para cobrar por el uso de las autovías. Sólo recuerdo tres de los cuatro argumentos:
  • Que paga el que lo usa: no es justo que paguemos todo algo que sólo usan unos pocos.
  • Que se promueve el uso de otros medios de transporte públicos más eficientes.
  • Que se se incentiva la investigación porque, como pagarán más los coches menos eficientes o más contaminantes, los fabricantes se esmerarán por mejorar sus modelos porque los clientes buscarán aquellos coches con los que pagarán menos.
En fín. Qué decir. Lo primero que me ha venido a la cabeza es que este señor se cree que somos tontos. Efectivamente, los argumentos que ha presentado pueden justificar el pago por el uso de las autovías -aunque creo que son muy discutibles- pero, por favor, que no nos cuente milongas. Si se va a cobrar por el uso de las autovías es, simple y llanamente, por que el gobierno -el estado en general- no tiene ingresos para cubrir todos los gastos que debe afrontar y está desarrollando una creatividad sin límites para encontrar fuentes alternativas de ingresos. El problema es que todas las fuentes alternativas que se les ocurren tienen el mismo origen: los ciudadanos.

No es sólo con las autovías. También cuando se habla del copago sanitario se acompaña de un alegato sobre las grandes ventajas del mismo en la medida en la que racionaliza el uso de los medios del sistema de salud. Si los usuarios tienen que pagar, aunque sea una cantidad pequeña, serán más recatados a la hora de acudir al médico por cualquier tontería como una pierna rota o un ataque de apendicitis. Se defiende el endurecimiento en la concesión de becas porque, claro, no vamos a pagar una carrera a los malos estudiantes y si estos tienen que compaginar estudios con trabajo para poder sobrevivir pues que elijan si estudian o trabajan ¡que no se puede repicar y estar en la procesión hombre!

Tenemos un gobierno al que se le llena la boca con la palabra reforma y eficiencia. Que cada vez que reduce o elimina una partida presupuestaria siempre lo hace sustentado en uno de esos dos conceptos. Sin embargo, como decía alguien en Twitter hace poco -creo que era Jorge Barraza, @JorgeBF-, no es cierto que recorte signifique una mejora en la eficiencia. Eficiencia es hacer lo mismo con menos medios. También hacer más sin incrementarlos. Pero no, recortar costes/gastos simplemente porque se recortan servicios no, eso no es ni una reforma ni una mejora de eficiencia.

No voté al PP. Tampoco voté al PSOE así que soy de aquellos a los que se nos desea eso de "disfruten lo votado". No me arrepiento. Esto que he escrito estoy seguro de que lo podría escribir exactamente igual si hoy gobernase el PSOE. De hecho, durante su gobierno también nos hicieron "comulgar con ruedas de molino".

Queridos políticos españoles. Sí, somos pobres pero, por favor, además no nos tomen por tontos.

Buenas noches a todo el mundo.

martes, 1 de mayo de 2012

Prevenir o lamentarse? Luego pasa lo que pasa.

Yo me imagino que soy el concejal de un pueblo. Una tarde, que estoy haciendo lo que sea, me llega un mensaje por Twitter de un vecino en el que me dice que en una de las atracciones de la feria que hay en el pueblo hay unas conexiones eléctricas al aire y que el día está lluvioso por lo que esta situación supone un riesgo para los usuarios. No siendo un tema de mi ámbito de responsabilidad, me imagino que lo que habría hecho sería llamar al concejal responsable de temas de seguridad y se lo habría dicho para que tomase las medidas oportunas. Pero debe ser que no soy concejal porque parece que ésta no es la forma en la que hay que proceder.

Esta tarde, estaba en la feria de Las Matas, del municipio de Las Rozas, en Madrid. Iba con mi hija la pequeña y una vecina y nos hemos subido en una atracción llamada "El Canguro" que es la típica en la que te ponen a dar vueltas mientras pegas botes arriba y abajo. Como suele ser habitual en las fiestas de San José de Las Matas lleva varios días lloviendo aunque, en ese momento, el tiempo parecía que nos respetaba. De pronto, mientras esperábamos a que se llenase la atracción me he fijado en las conexiones eléctricas de las luces de la parte interior de la atracción. Los empalmes entre las secciones de iluminación estaban hechas con unas clemas que se encontraban al aire sin ningún tipo de aislamiento ni protección. Para muestra, la foto. No nos hemos bajado porque en ese momento aún era de día y las luces estaban apagadas así que, a pesar de que estaba todo mojado, no había riesgo en ese momento. Pero la verdad que me ha dejado intranquilo.


No soy electricista, pero algo de conocimientos de electricidad sí tengo. Unos cables de los colores de la foto tienen, sin duda alguna, polaridades diferentes por lo que, a pesar de que también había aparentemente uno de toma de tierra, dado que estaba todo mojado, había riesgo claro de cortocircuito con consecuencias indeterminadas para los usuarios de la atracción.

Al bajar le he comentado la situación a tres miembros de protección civil que estaban por allí en el entendimiento que entre las responsabilidades de este grupo está la de velar por la seguridad de los vecinos que se encuentran en el lugar. No han mostrado ningún interés por tomar medida alguna al respecto porque "no caía dentro de sus competencias la inspección de las atracciones". A continuación me he dirigido a una pareja de la policía municipal a quienes también he informado de la situación. Me han contestado que hablarían con alguien para que lo mirase pero tampoco me han dado la sensación de una gran preocupación. Para esa hora las luces de la atracción ya estaban encendidas.


En paralelo, visto el poco interés que aparentemente había despertado tanto en protección civil como en la policía municipal, le he enviado un mensaje por Twitter a uno de los concejales de Las Rozas. No porque él sea el competente de esas cuestiones pero sí pensando que él se lo pasaría al concejal responsable para que tomase cartas en el asunto.

La respuesta, me ha dejado bastante a cuadros. Más que preocupación por el tema, lo que me ha transmitido ha sido molestia por que le importunase con esas cuestiones. Creo que el comienzo de su respuesta, con ese "uf", es tremendamente significativo.

Le he indicado que se lo había escrito a él como miembro del equipo de gobierno, si bien es cierto que no he añadido "y esperando que te preocupases de ello y, por tanto, que se lo pasases a quien correspondiese."

En este momento, lejos de preocuparse por las posibles consecuencias de lo que yo le he contado, pasa al contraataque cuestionando el hecho de que "qué tiene que ver que él sea miembro del equipo de gobierno" y recriminándome por no haberme encargado yo de gestionar el asunto.

En fin, yo le he enviado unos cuantos mensajes más indicándole que no me parecían oportunas sus contestaciones. Que mejor que se hubiese pensado antes de decirme la policia que, lo mismo, ya lo había hecho. También que para cuando el "preguntase el próximo día" lo mismo ya se había electrocutado alguien.

No están aquí todos los mensajes que he escrito yo pero están disponibles en mi TL para el que quiera mirarlos y ver que el único comentario en el que puedo llegar a emplear una expresión que pudiera considerarse como poco adecuada es cuando hago la mención, al principio de todo, de que el tema se la trae al fresco.

Pues bien, si ya la situación me parecía un tanto surrealista, ya el remate ha sido el último mensaje que me ha enviado, que me ha descolocado del todo:


¡Por Dios! ¡Un concejal preocupándose de un cable mal instalado! ¡Faltaría más!. Poco importa si ese cable mal instalado puede llegar a suponer que alguien termine sufriendo una descarga. No entiendo nada. Yo envío un mensaje a un concejal de la localidad en la que vivo señalandole un riesgo potencial y, al final, si acaso llega a suceder algo resulta que la culpa habría sido mía.

Lo que el concejal no sabe, porque le importa un rábano toda esta historia, es que más tarde, he regresado a la feria de nuevo y he vuelto a hablar con la policia municipal. Se lo he vuelto a contar a otros dos agentes que me han dicho que "seguramente" los técnicos municipales habían inspeccionado la instalación. Ante mi insistencia (y amenaza de irme a poner una denuncia a la Guardia Civil si no se hacía algo) me han dicho que se iban a poner en contacto con los electricistas municipales para que revisasen la instalación. Ya no sé si lo habrán hecho. Espero que sí. Nada me haría más feliz haya sido así y que la conclusión sea que la instalación está completamente en orden y quedar yo como un pesado que no tiene otra cosa en que perder el tiempo que en molestar con sus obsesiones.

No soy un experto en instalaciones eléctricas, pero sí, por mi formación académica, tengo unos conocimientos de electricidad suficientes como para darme cuenta de que esos cables al aire suponen un riesgo. Seguramente no pasará nada. Esos cables tienen toda la pinta de llevar así años sin que haya pasado nada y , probablemente, pasarán otros tantos sin que suceda nada tampoco. Sin embargo, aunque sea una frase fácil, las cosas no suceden hasta que suceden. Entonces todos nos echamos las manos a la cabeza por las consecuencias.

Buenas noches a todos.



p.s. En medio de todo esto, es una tontería y seguramente nadie que haya leído esto se habrá dado cuenta pero, sí, en uno de mis tweets se me ha escapado una diéresis donde no correspondía. Es lo que tiene lo de escribir en el móvil en mitad de una feria con dos niñas pequeñas al lado y el tiempo amenazando lluvia.

lunes, 16 de abril de 2012

Una monarquía fiel a las tradiciones

Conviene no olvidar de dónde vienen las monarquías. Eran aquellos señores feudales que se dedicaban a expoliar a sus súbditos con todo tipo de impuestos y aranceles, gracias a los que, mientras el pueblo sobrevivía como podía, ellos se entregaban a todo tipo de actos de lujuria y desenfreno. Con el paso de los años, el pueblo sometido se fue dando cuenta de que aquello de que  los reyes lo eran por la gracia del dios de turno era una milonga, y el poder de los monarcas entró en declive. El camino seguido fue diferente según el país y en algunos como en Francia o Rusia tomaron medidas drásticas para acabar con sus respectivas cabezas coronadas. Afortunadamente para los humanos de sangre azul, el camino emprendido en muchos sitios fue el de eso que se denomina la "monarquía parlamentaria".

Mi posición sobre la monarquía como forma de gobierno es bastante clara y todos los que me conocen o han leído algo de lo que escribo están al tanto de ella. Por este motivo no es mi intención hacer hoy un alegato contra la monarquía como forma de estado desfasada. Esta mañana, cuando me levanté y en la radio hablaban de los accidentes de caza de su majestad no he podido menos que acordarme de cuando los monarcas feudales salía de caza mientras su pueblo se moría de hambre. ¿Por qué será?

Buen día a todos.

martes, 21 de febrero de 2012

De todas formas, lo de Blanco me parece mal

Según parece, las acusaciones contra Blanco se desvanecen. Las pruebas irrefutables parece que no lo son tanto y, al final, todo va a quedar en nada. Sin embargo, a mí me sigue pareciendo mal. Es posible que Pepiño Blanco no haya cometido ningún delito pero, a pesar de ello, no es una forma digna de comportarse de un vicepresidente primero del gobierno.

Blanco ha reconocido que diversos empresarios le contactaron para hablarle de diversos temas y que él contestó "lo miraré", si bien dice que después no hizo ninguna gestión. Pues bien, tanto si hizo gestión como si no, no es de recibo que el vicepresidente responda con un "lo miraré".

Si a una persona de su nivel de responsabilidad en el gobierno alguien se acerca solicitándole gestiones de caracter personal, un vicepresidente del gobierno no debe, jamá,s responder con esa expresión sino indicando a su interlocutor que ese no es el procedimiento que debe seguir para resolver sus cuestiones y que el vicepresidente del gobierno no está para atender esos asuntos. En todo caso, debe indicarle el camino correcto a seguir y que es tan sencillo como que se dirija a los órganos de información del ministerio o institución correspondiente, igual que cualquier otro ciudadano que no tenga el gusto de conocer al vicepresidente. Esto, dando por hecho que, tal como dice, no hizo ninguna gestión porque, si no es cierto y de verdad la hizo, se trataría de un comportamiento totalmente reprobable para una persona de su nivel de responsabilidad que no debe emplear, en ningún caso, su influencia para "interesarse" en ningún caso concreto. De otra forma, y aunque lamentablemente es demasiado habitual, habrá dos tipos de ciudadanos: los que conocen a un alto cargo que se interese por sus asuntos y los que no, y eso... eso no es democracia.

Que el Sr. Blanco vea normal responder con un "lo miraré" no es más que una muestra de que gran parte de los políticos, cuando están en el poder, siguen considerando la administración pública como su cortijo.

Buenas tardes a todos.

jueves, 16 de febrero de 2012

Me llaman de Páginas Amarillas...

Aquí un caso práctico de la buena educación de muchos servicios de venta telefónica. En este caso concreto de Páginas Amarillas.

En una llamada no solicitada -vamos, que previamente no he pedido ningún tipo de información- me llaman de Páginas Amarillas. Aquí la conversación que habla por sí sola. Mi tono es en todo momento educado, sin levantar la voz, ni utilizar ninguna exprexión malsonante.

  • Páginas amarillas (PA): Le llamo de Páginas Amarillas para ofrecerles nuestros servicios en nuestras guías, buscadores,... además también somos socios de Google... (Todo esto antes casi de decirme buenas tardes)
  • Yo: Mira, es que no estoy interesado.
  • PA: Pero le ofrecemos servicios que le pueden ser muy útiles para su negocio...
  • Yo: Ya, pero es que no estoy interesado, así que mejor lo dejamos y así no pierdes tu tiempo conmigo porque, al final, de todas formas te voy a decir que no. (Me ahorro decirle que realmente quien me va a hacer perder el tiempo es ella a mí)
  • PA: ¿Pero como puede decir que no está interesado si aún no le he explicado qué es lo que le ofrecemos...? (Con educación le corto porque sigue hablando dispuesta a soltarme toda su perorata comercial preenlatada)
  • Yo: Mira, ya te he dicho dos veces que no estoy interesado. Te lo puedo decir una tercera o colgarte directamente la llamada (De nuevo, tono cortés por mi parte)
  • PA: (Indignada) No se preocupe que ya le corto yo!
... y cuelga sin despedirse.

En fin, si alguna vez Páginas Amarillas tuvo la oportunidad de venderme algo, desde luego ya no la tendrá más. Es inadmisible que se dé por hecho que tenemos que aguantar que nos tengan 10, 15 o los minutos que sean, al teléfono escuchando las bondades de algo que ni hemos pedido ni, como es mi caso, queremos. No es de recibo que yo tenga que dar explicaciones de por qué no estoy interesado. Simplemente no lo estoy y punto, pero no, tengo que aguantar la insistencia de la comercial agresiva y su mala educación cuando ve que no puede conseguir su objetivo.

¿De quién es la culpa? ¿De la persona que estaba al otro lado del teléfono? Pues en parte sí. Hay cosas que no se deben perder y una son las formas. Colgar porque no ha conseguido suscitar el más mínimo interés por mi parte es una muestra de poca educación.

Pero la culpa no es sólo suya sino también de su organización que encarga llamadas indiscriminadas a agentes a los que somete a una presión por conseguir unos objetivos normalmente inalcanzables. Es culpa de una organización, Páginas Amarillas en este caso, que no hace ni el más mínimo sondeo previo sobre las necesidades del cliente sino que cogen sus propias guías y se ponen a llamar cual ametralladora, uno tras otro, a todos los números de teléfono que tienen disponibles. Las llamadas de televentas se parecen cada vez más a los antiguos vendedores de enciclopedias que, puerta a puerta, iban llamando a ver si conseguían que les abriese alguien y que, en muchas ocasiones, lo que conseguían era el portazo en las narices. Las cosas se pueden hacer de otra forma sí pero en Páginas Amarillas no parecen haberlo descubierto aún. No me voy a extender en el cómo, primero porque me gusta que mis posts sean cortos y, segundo, porque si Páginas Amarillas quiere mejorar la eficiencia de su fuerza comercial, estaré encantado de hacerles un proyecto... y facturárselo claro.

Buen día a todos!


viernes, 3 de febrero de 2012

Socialista de hoy, conservador de mañana

Cuando tenía unos 16 ó 17 años, el padre de un amigo me preguntó sobre mis ideas políticas y yo le contesté que era socialista. Muy solemne me miró y me dijo "socialistas de hoy, conservadores de mañana". En ese momento no entendí muy bien a qué se refería pero después llegué a la conclusión de que se refería a la evolución de una juventud llena de ideales a una madurez en la que, teniendo uno las cosas más claras gracias al paso de los años, se asienta la cabeza y se empaquetan esos ideales en un cajón. El padre de mi amigo era, obviamente, conservador y poco sabe lo que su comentario influyó en mi forma de pensar. Decidí que nunca me volvería conservador.

En 1982, cuando el partido socialista ganó las elecciones, salí con unos amigos con el coche de mi madre y una bandera española a pasearnos por las calles de Madrid. Aquella noche fue emocionante... si obviamos el momento en el que al volver a casa, a eso de las 3 de la mañana, mi madre estaba esperándome para recibirme con cara de pocos amigos y no tanto porque me hubiese llevado su coche como por lo que había estado haciendo con él. Años más tarde, en el 93 después de que el PSOE volviese a ganar las elecciones por los pelos me afilié al partido. Supongo que me influyeron las palabras de Felipe González que dijo, tras vencer apuradamente y cuando todo el mundo daba por segura la victoria del PP, "he comprendido el mensaje". En el 96 ya no les voté... no, estaba claro que ni Felipe ni el partido habían comprendido nada.

Desde entonces mi voto fue errático. Alterné votos a IU con votos a los verdes, aunque debo reconocer que nunca con demasiada convicción. Sin embargo, en 2005 volvi a caer  y me afilié otra vez al partido socialista. No, no fue por ZP, que nunca terminó de convencerme, sino porque tomé la decisión de que quería comprometerme y de que, en lugar de limitarme a quejarme sobre lo mal que lo hacían los políticos, iba a poner mi granito de arena para intentar cambiar las cosas. El resultado fue bastante desastroso: me fui di de baja del partido después de que me abriesen expediente por falta grave o muy grave. La historia se puede encontrar en otra entrada de este blog así que no la voy a repetir aquí.

Si hoy el padre de mi amigo me preguntase de nuevo qué soy, la verdad, no sabría que contestarle. Yo creo que sigo siendo no sé si socialista pero sí al menos de izquierdas. Sin embargo, si la izquierda en este país es lo que representan el PSOE o IU entonces, muy a mi pesar, creo que he dejado de serlo.Si reflexiono sobre mis ideales de cuando tenía 16 años, creo que los actuales siguen siendo muy parecidos pero, por más vueltas que le doy, no me veo representado por ninguno de los partidos que representan a la supuesta izquierda de éste país. A IU el reloj se le ha quedado parado en la primera mitad del siglo XX por no decir en la segunda del XIX. Y respecto al PSOE, se ha convertido en una organización enferma en el que la única preocupación es la propia organización en sí misma alejándose, cada día más, de la sociedad que les rodea.

En fin, supongo que tengo noche mística. Lo mismo, el lunes, cuando me despierte y haya concluido el congreso del PSOE el nuevo SG haya obrado milagros... no.

Buen fin de semana a todos.

jueves, 19 de enero de 2012

Los consejos de Luis de Guindos

No es mío, me lo acaba de enviar un amigo por correo electrónico y conociendo su background profesional -es fotógrafo- seguramente tampoco es original suyo. Sin embargo no he podido dejar de compartirlo. Si alguien conoce al autor estaré encantado de poner su referencia para que se lleve todos los merecidos elogios.

1.- Si  el año 2007 usted hubiera invertido 1000 euros en acciones del  Royal Bank of Scotland, siguiendo los consejos del hoy ministro de  Economía Luis de Guindos, hoy tendría 29 euros.

2.- Si ese mismo año y siguiendo los consejos del mismo de Guindos usted  hubiera invertido 1000 euros en Fortis, un gigante del sector bancario,  hoy tendría  39 euros.

3.- Si en el año 2008 usted le hubiera comprado directamente de Luis de  Guindos acciones de Lehmans Brother´s por un importe de 1000 euros, hoy  tendría 0 euros.

4.- Si el año 2009 usted hubiera seguido los sabios consejos de Luis de  Guindos e invertido 1000 euros en Cuotas de Participación de la Caja de  Ahoros del Mediterráneo, hoy tendría 0 euros.

5.- Si el año 2007 usted hubiera comprado vino, de La Rioja, Ribera del  Duero o un humilde Jumilla, -me refiero a comprar vino y no acciones de  los viñateros -por un valor de 1000 euros, y se hubiera bebido ese vino  tranquilamente hasta la última gota, hoy , la venta de los envases  vacíos le significaría una ganancia de 69 euros.

Moraleja: tal como están las cosas y dada la solvencia del nuevo ministro de economía del gobierno de España, más vale no confiar en los  bancos y es preferible beber con moderación, para que el vino siga siendo un gran deleite...

lunes, 16 de enero de 2012

Manuel Fraga y Antonio Hernández


En marzo de 2006, agentes de la Guardia Civil se personaron en la casa de Antonio Hernández de 41 años, vecino de Aljaraque (Huelva) para conducirlo a prisión donde debía cumplir 12 años de prisión después de que el gobierno le hubiese denegado el indulto. La condena era por el robo de un televisor y un jamón cometido cuando tenía 18 años y era toxicómano. Durante este tiempo, Antonio se había reintegrado totalmente en la sociedad y había abandonado las drogas. En el momento de su detención e ingreso en la carcel trabajaba como guarda en una obra y se encontraba esperando un hijo. Ante esta situación, el ayuntamiento de Aljaraque promovió una nueva petición de indulto solicitando la suspensión de la condena entre tanto.

Supongo que la pregunta que el que lea esto se hará es cuál es la relación entre Antonio Hernández y Manuel Fraga. Bien, la primera es que he estado a punto de añadir un "don" delante del nombre del Sr. Fraga, cosa que ni de lejos se me habría ocurrido hacer con el Sr. Hernández. La segunda es un paralelismo que, aunque quizás cogido por los pelos, me ha venido a la cabeza esta mañana leyendo y escuchando las noticias sobre el político recientemente fallecido.

En esas noticias y comentarios de tertulia había una opinión generalizada del gran papel jugado por Fraga en la transición y sobre su propio tránsito de defensor del régimen -ministro de propaganda ni más ni menos- a adalid de la democracia y firme defensor de la Constitución. Es en estos nuevos valores en los que muchos basan la admiración por su figura hasta el punto de justificar que cualquier pasado anterior ,menos exaltable, debe ser perdonado o, más que perdonado, olvidado como si nunca hubiese existido.

Supongo que el paralelismo entre las dos historias sigue sin estar claro así que lo aclararé. Antonio Hernández tuvo un pasado tormentoso. Seguramente, a los 18 años, su vida no era ni de lejos ejemplar y, también seguramente, el robo del televisor y el jamón fue sólo una más de sus andanzas. Pero después de aquella juventud turbulenta y por las razones que fueran, Antonio se regeneró, se reintegró en la sociedad, encontró trabajo y formó una familia. A pesar de ello la justicia estaba allí esperándole. De nada sirvió su cambio ni el apoyo de sus vecinos para convencer al gobierno de que le concediese el indulto y evitar su ingreso en prisión para cumplir una condena por unos delitos de los que él mismo ya no querría saber. En su casa se presentó la Guardia Civil y se lo llevó.

Al igual que Antonio Hernández, Mauel Fraga tuvo un pasado tormetoso -aunque muchos creo que no piensan los mismo-. Fraga fue ministro de propaganda de una dictadura llegada al poder tras una guerra civil en la que los ganadores ejercieron de ganadores y se invistieron de la legitimidad del vencedor. Una dictadura en la que se cometieron un buen número de crímenes y tropelías (de las que por cierto tengo conocimiento de primera mano porque un familiar no lejano era de los que se dedicaba a ello). Un régimen que juzgó y condenó a muerte a un buen número de persona no sólo tras el fin de la guerra sino hasta prácticamente sus últimos días. Pues bien, Manuel Fraga, me disculparán si no le llamo don Manuel, fue uno de sus máximos exponentes y, por lo tanto partícipe de sus actividades. Es posible de Fraga fuese inocente de todo pero, como a Antonio Hernández, nadie le juzgó por ello. Antonio, que sí había sido juzgado, ingresó en prisión y de nada valió su cambio de vida para perdonarle sus deslices de juventud. Manuel a quien nunca nadie juzgó ha sido perdonado por todos, curiosamente, también gracias a su cambio de vida,  haciendo olvidar, en este caso sí, sus deslices de juventud.

En fin, ya advertía que era un paralelismo cogido por los pelos pero que no he podido sacarme de la cabeza en todo el día. Antonio Hernández es un caso cazado al azar gracias a Google y no es más que uno de los muchos cientos o miles de casos parecidos de vidas regeneradas que a pesar de ello de nada valieron para evitarles la carcel. A Manuel Fraga, al contrario, parece que su regeneración democrática si que le ha valido para hacer olvidar todo lo anterior.

No quiero quitar merito al político del que estoy convencido que ha contribuido al cambio en este país pero, al menos para mí, esto no es óbice para que su pasado quede enterrado. Es más, creo que precisamente por ese pasado, su presente podría ser más loable incluso pero también creo que, como Antonio, debería haber rendido cuentas ante la sociedad de nuestro país.

Ya para terminar, y no sé por qué, siempre que pienso en Fraga no puedo dejar de asociarle a su papel como Ministro de la Gobernación durante los sucesos de Vitoria del año 96 y a su gloriosa frase "la calle es mía". Supongo que es porque por aquella época yo estaba en la preadolescencia y aquel suceso, con los cinco muertos entre obreros refugiados en un iglesia, me impresionó mucho.

Buenas tardes a todos.