martes, 21 de febrero de 2012

De todas formas, lo de Blanco me parece mal

Según parece, las acusaciones contra Blanco se desvanecen. Las pruebas irrefutables parece que no lo son tanto y, al final, todo va a quedar en nada. Sin embargo, a mí me sigue pareciendo mal. Es posible que Pepiño Blanco no haya cometido ningún delito pero, a pesar de ello, no es una forma digna de comportarse de un vicepresidente primero del gobierno.

Blanco ha reconocido que diversos empresarios le contactaron para hablarle de diversos temas y que él contestó "lo miraré", si bien dice que después no hizo ninguna gestión. Pues bien, tanto si hizo gestión como si no, no es de recibo que el vicepresidente responda con un "lo miraré".

Si a una persona de su nivel de responsabilidad en el gobierno alguien se acerca solicitándole gestiones de caracter personal, un vicepresidente del gobierno no debe, jamá,s responder con esa expresión sino indicando a su interlocutor que ese no es el procedimiento que debe seguir para resolver sus cuestiones y que el vicepresidente del gobierno no está para atender esos asuntos. En todo caso, debe indicarle el camino correcto a seguir y que es tan sencillo como que se dirija a los órganos de información del ministerio o institución correspondiente, igual que cualquier otro ciudadano que no tenga el gusto de conocer al vicepresidente. Esto, dando por hecho que, tal como dice, no hizo ninguna gestión porque, si no es cierto y de verdad la hizo, se trataría de un comportamiento totalmente reprobable para una persona de su nivel de responsabilidad que no debe emplear, en ningún caso, su influencia para "interesarse" en ningún caso concreto. De otra forma, y aunque lamentablemente es demasiado habitual, habrá dos tipos de ciudadanos: los que conocen a un alto cargo que se interese por sus asuntos y los que no, y eso... eso no es democracia.

Que el Sr. Blanco vea normal responder con un "lo miraré" no es más que una muestra de que gran parte de los políticos, cuando están en el poder, siguen considerando la administración pública como su cortijo.

Buenas tardes a todos.

jueves, 16 de febrero de 2012

Me llaman de Páginas Amarillas...

Aquí un caso práctico de la buena educación de muchos servicios de venta telefónica. En este caso concreto de Páginas Amarillas.

En una llamada no solicitada -vamos, que previamente no he pedido ningún tipo de información- me llaman de Páginas Amarillas. Aquí la conversación que habla por sí sola. Mi tono es en todo momento educado, sin levantar la voz, ni utilizar ninguna exprexión malsonante.

  • Páginas amarillas (PA): Le llamo de Páginas Amarillas para ofrecerles nuestros servicios en nuestras guías, buscadores,... además también somos socios de Google... (Todo esto antes casi de decirme buenas tardes)
  • Yo: Mira, es que no estoy interesado.
  • PA: Pero le ofrecemos servicios que le pueden ser muy útiles para su negocio...
  • Yo: Ya, pero es que no estoy interesado, así que mejor lo dejamos y así no pierdes tu tiempo conmigo porque, al final, de todas formas te voy a decir que no. (Me ahorro decirle que realmente quien me va a hacer perder el tiempo es ella a mí)
  • PA: ¿Pero como puede decir que no está interesado si aún no le he explicado qué es lo que le ofrecemos...? (Con educación le corto porque sigue hablando dispuesta a soltarme toda su perorata comercial preenlatada)
  • Yo: Mira, ya te he dicho dos veces que no estoy interesado. Te lo puedo decir una tercera o colgarte directamente la llamada (De nuevo, tono cortés por mi parte)
  • PA: (Indignada) No se preocupe que ya le corto yo!
... y cuelga sin despedirse.

En fin, si alguna vez Páginas Amarillas tuvo la oportunidad de venderme algo, desde luego ya no la tendrá más. Es inadmisible que se dé por hecho que tenemos que aguantar que nos tengan 10, 15 o los minutos que sean, al teléfono escuchando las bondades de algo que ni hemos pedido ni, como es mi caso, queremos. No es de recibo que yo tenga que dar explicaciones de por qué no estoy interesado. Simplemente no lo estoy y punto, pero no, tengo que aguantar la insistencia de la comercial agresiva y su mala educación cuando ve que no puede conseguir su objetivo.

¿De quién es la culpa? ¿De la persona que estaba al otro lado del teléfono? Pues en parte sí. Hay cosas que no se deben perder y una son las formas. Colgar porque no ha conseguido suscitar el más mínimo interés por mi parte es una muestra de poca educación.

Pero la culpa no es sólo suya sino también de su organización que encarga llamadas indiscriminadas a agentes a los que somete a una presión por conseguir unos objetivos normalmente inalcanzables. Es culpa de una organización, Páginas Amarillas en este caso, que no hace ni el más mínimo sondeo previo sobre las necesidades del cliente sino que cogen sus propias guías y se ponen a llamar cual ametralladora, uno tras otro, a todos los números de teléfono que tienen disponibles. Las llamadas de televentas se parecen cada vez más a los antiguos vendedores de enciclopedias que, puerta a puerta, iban llamando a ver si conseguían que les abriese alguien y que, en muchas ocasiones, lo que conseguían era el portazo en las narices. Las cosas se pueden hacer de otra forma sí pero en Páginas Amarillas no parecen haberlo descubierto aún. No me voy a extender en el cómo, primero porque me gusta que mis posts sean cortos y, segundo, porque si Páginas Amarillas quiere mejorar la eficiencia de su fuerza comercial, estaré encantado de hacerles un proyecto... y facturárselo claro.

Buen día a todos!


viernes, 3 de febrero de 2012

Socialista de hoy, conservador de mañana

Cuando tenía unos 16 ó 17 años, el padre de un amigo me preguntó sobre mis ideas políticas y yo le contesté que era socialista. Muy solemne me miró y me dijo "socialistas de hoy, conservadores de mañana". En ese momento no entendí muy bien a qué se refería pero después llegué a la conclusión de que se refería a la evolución de una juventud llena de ideales a una madurez en la que, teniendo uno las cosas más claras gracias al paso de los años, se asienta la cabeza y se empaquetan esos ideales en un cajón. El padre de mi amigo era, obviamente, conservador y poco sabe lo que su comentario influyó en mi forma de pensar. Decidí que nunca me volvería conservador.

En 1982, cuando el partido socialista ganó las elecciones, salí con unos amigos con el coche de mi madre y una bandera española a pasearnos por las calles de Madrid. Aquella noche fue emocionante... si obviamos el momento en el que al volver a casa, a eso de las 3 de la mañana, mi madre estaba esperándome para recibirme con cara de pocos amigos y no tanto porque me hubiese llevado su coche como por lo que había estado haciendo con él. Años más tarde, en el 93 después de que el PSOE volviese a ganar las elecciones por los pelos me afilié al partido. Supongo que me influyeron las palabras de Felipe González que dijo, tras vencer apuradamente y cuando todo el mundo daba por segura la victoria del PP, "he comprendido el mensaje". En el 96 ya no les voté... no, estaba claro que ni Felipe ni el partido habían comprendido nada.

Desde entonces mi voto fue errático. Alterné votos a IU con votos a los verdes, aunque debo reconocer que nunca con demasiada convicción. Sin embargo, en 2005 volvi a caer  y me afilié otra vez al partido socialista. No, no fue por ZP, que nunca terminó de convencerme, sino porque tomé la decisión de que quería comprometerme y de que, en lugar de limitarme a quejarme sobre lo mal que lo hacían los políticos, iba a poner mi granito de arena para intentar cambiar las cosas. El resultado fue bastante desastroso: me fui di de baja del partido después de que me abriesen expediente por falta grave o muy grave. La historia se puede encontrar en otra entrada de este blog así que no la voy a repetir aquí.

Si hoy el padre de mi amigo me preguntase de nuevo qué soy, la verdad, no sabría que contestarle. Yo creo que sigo siendo no sé si socialista pero sí al menos de izquierdas. Sin embargo, si la izquierda en este país es lo que representan el PSOE o IU entonces, muy a mi pesar, creo que he dejado de serlo.Si reflexiono sobre mis ideales de cuando tenía 16 años, creo que los actuales siguen siendo muy parecidos pero, por más vueltas que le doy, no me veo representado por ninguno de los partidos que representan a la supuesta izquierda de éste país. A IU el reloj se le ha quedado parado en la primera mitad del siglo XX por no decir en la segunda del XIX. Y respecto al PSOE, se ha convertido en una organización enferma en el que la única preocupación es la propia organización en sí misma alejándose, cada día más, de la sociedad que les rodea.

En fin, supongo que tengo noche mística. Lo mismo, el lunes, cuando me despierte y haya concluido el congreso del PSOE el nuevo SG haya obrado milagros... no.

Buen fin de semana a todos.