lunes, 20 de agosto de 2012

La Fundación Alternativas y el futuro del PSOE

Llevo meses sin escribir aquí. Debo reconocer que, a pesar de lo "trepidante" de la situación político/económica, me sentía carente de ideas. Hablar de la crisis, de la corrupción, de la prima de riesgo... ¡Bufff! ¡Qué pereza! Soltar alguna chorrada en un tweet, pues vale, pero dedicar una entrada entera del blog... como que no.

Esta tarde he leído un tweet que inmediatamente me ha traido las manos al teclado. Es el siguiente:


En el César Calderón (@CesarCalderon) copia un enlace a la Fundación Ideas con, valga la redundancia, ideas para cambiar el PSOE. Este es el enlace directo al tweet. Y este el enlace al artículo que él mismo publicó en la web de la Fundación Ideas en abril de este año y al que hace referencia.

Quien haya leído otras entradas de este blog ya sabrá que suelo utilizar con mucha frecuencia mi propia experiencia particular para expresar mis opiniones (algo lógico por otra parte). Y sí, también tengo mi propia experiencia particular con la Fundación Ideas.

Hace unos años estaba yo con un cosquilleo ciudadano en mi interior. Algo había en mí con ganas de pringarme en la política. De aquella época son mis escarceos como militante del partido socialista y, de aquella época es tambíen mi contacto con esta fundación. Con ganas de aportar mi granito de arena en algún sitio que sirviese para intentar cambiar el modelo de sociedad que teníamos -eran los años del boom pero a mí había algo que ya no me gustaba- descubrí la existencia de la Fundación Ideas y decidí hacerme socio de la misma. Me empezaron a llegar convocatorias descubrí que había temas sobre los que trabajaban en los que yo pensé -iluso de mí- que podría involucrarme.  Decidí ponerme en contacto con la fundación y... me pegué con un muro infranqueable.

Mandé varios correos electrónicos interesándome por la posibilidad de colaborar con la fundación. Respuesta: silencio absoluto. Llamé por teléfono preguntando. Respuesta: nos pondremos en contacto con ud. pero luego nunca me llamo nadie. Mandé más correos quejándome por la falta de respuesta. Resultado: silencio absoluto. Ya para terminar, decidí enviarle un correo directamente al presidente que era entonces el mismo que ahora. Resultado: lo ignoró olímpicamente. Obviamente, decidí darme de baja.

La Fundación Alternativas es una más de la red de fundaciones que tiene el PSOE junto con la Fundación Pablo Iglesias o la Fundación Ideas... y, como las demás, no es más que un aparcamiento de ex-responsables del partido. En estas fundaciones no colabora cualquiera sino sólo gente -sean militantes o no- están próximas a las tesis oficialistas. Por ello, a pesar de que se supone que están para generar ideas para mantenerlo actualizado, cubren pobremente su función. No, ni la Fundación Ideas ni la Fundación Alternativas cumplen con sus objetivos de generar ideas y alternativas, como dicen sus respectivos nombres. ¿Significa eso que sus actividades sean inútiles? En ellas se realizan trabajos de calidad, críticos con la sociedad, con las instituciones... críticos con todo menos con el propio partido. Por eso, cuando he visto que César Calderón hacía referencia a la Fundación Alternativas como herramienta para impulsar el cambio en el PSOE no he podido reprimir la sonrisa en mi cara y mis ganas de escribir sobre ello.

Como dice César Calderón, el partido debe dialogar con la sociedad y, para ello, lo primero que debe hacer es abrirse a los críticos al partido. No sólo hay que escuchar a los críticos de dentro, hay que escuchar a los críticos de fuera cosa hoy impensable con la organización actual. Pero, mi opinión es que ni siquiera eso sería suficiente. No hay que escuchar sólo a los críticos, sean de dentro o de fuera, porque estos críticos tienen, en su mayoría una mayor o menor vinculación con el partido. No, hay que escuchar a los críticos que no tienen vinculación alguna con el mismo. En resumen, hay que escuchar a todos los ciudadanos no sólo a los que nos dicen cosas que queremos oir.

En fin, se podrá pensar que esto no es más que una pataleta porque a mí no me hicieron ni caso. Puede ser. Pero lo cierto es que, en tanto que nadie se molestó en analizar mi trayectoria personal o profesional para rechazar mi solicitud de colaboración, la verdad que me da la sensación que me habrían ignorado aunque hubiese sido cualquier otro. No, no tenía ningún "amigo" que me introdujese.

Bueno, creo que me ha quedado una entrada un tanto rara al blog pero, espero que se me disculpe por aquello de los calores del verano.

Un saludo a todos.