Hubo un tiempo en que estuve afiliado al PSOE. Mi historia de cómo salí de allí ya la he contado. Después de aquello durante otro tiempo estuve esperando a ver si el PSOE se regeneraba pero ya he llegado a la conclusión de que han entrado en un bucle infinito de aplazamiento constante de la regeneración así que creo que difícilmente volverán a tenerme entre sus votantes.
¿Los motivos? Muchos. No se trata sólo de que las caras sigan siendo las mismas y que las mismas manos estén aferradas a las mismas sillas. Se trata de que sus propuestas me parecen cada vez más alejadas de la realidad y enfocadas únicamente al generar impacto mediático. Parecen estar convencidos de que recuperarán sus votantes a través de las portadas de los periódicos anunciando grandes medidas que nos salvarán del agujero ético y económico en el que nos encontramos (y al que ellos colaboraron en gran medida a meternos). Pues la verdad es que no sé si a otros votantes los recuperarán de esa forma pero desde luego, a éste que escribe no.
Esta mañana han anunciado otra de esas grandes medidas: hombres de negro contra la corrupción de los políticos. Al principio me he reido: me he imaginado a Will Smith y a Tommy Lee Jones entrando en el congreso de los diputados vestidos de negro y con sus gafas de sol. Pero ese momento de humor se me ha pasado enseguida. La propuesta es verdaderamente para echarse a llorar.
En el mundo de la empresa hay algo que se llaman las "mejores prácticas". Cuando uno quiere mejorar el funcionamiento de una organización lo primero que hace es mirar a otras que hagan algo parecido con mejores resultados. Se analiza qué es lo que hacen mejor y se intenta copiar esa forma de actuar con el objetivo de mejorar nuestros resultados. En el mundo de la política eso de las mejores prácticas no se lleva porque todos están demasiado ocupados en mirarse el ombligo como para mirar cómo se hacen las cosas en otros países. Me gustaría saber en qué país de los que nos llevan al delantera en temas de corrupción, esto es, que funcionen mejor, existen esos hombres de negro. ¿Acaso en los países del norte de Europa? No, yo creo que no. En esos países no tiene hombres de negro tienen otra cosa muy diferente conocida como "valores". Un valor es algo que uno tiene y persigue simplemente por el hecho de que está convencido de que es la forma en la que hay que hacer las cosas. Un valor nos recompensa sólo por el mero hecho de tenerlo, de estar a gusto con nosotros mismos.
Hace unos meses, coincidiendo con el aniversario de las becas Erasmus entrevistaron a uno de los primeros estudiantes que hace años fue a estudiar al Reino Unido gracias a ellas. Entre otras muchas otras cosas que contó, hizo referencia a lo mal visto que estaba entre los estudiantes locales eso de que los españoles copiasen en los exámenes. Él comentó que los españoles se defendían diciendo que era una especie de "rebeldía contra el sistema"... en fin, que así nos luce el pelo. No, ni rebeldía contra el sistema ni nada, lo nuestro, en general yo me incluyo también, son unos valores erróneos o mal entendidos. Copiar en un examen es tomar un atajo que no es honesto con los estudiantes que dedicaron horas a estudiar. No, confundimos el objetivo: se trata de aprobar un examen para aprender o sólo para sacar un título. Está claro que en nuestro caso se trata más de lo segundo y, de nuevo, así nos va. Valores y objetivos erróneos.
Para luchar contra la corrupción no nos hacen falta hombres de negro. Nos hace falta que nos dotemos de unos valores que nos lleven a estar convencido de que el enriquecimiento ilícito no está bien. Que si nos enriquecemos nosotros es porque se lo estamos quitando a los demás. Pero aquí lo vemos al revés. Hace años también, en la televisión entrevistaban a gente en Marbella sobre la gestión de Jesús Gil. Nunca se me olvidará una señora que decía que "Jesús Gil lo está haciendo muy bien, que cómo no se iba a llevar el una parte, que se lo merecía". Sin palabras.
No, no nos hacen falta hombres de negro ni decálogos contra la corrupción, lo que nos hace falta que seamos honestos. Hace falta que en los partidos, cuando aparece un escándalo de corrupción, en vez de hacer piña todos para taparlo lo que se haga sea piña todos para expulsar de forma inmediata al corrupto. En los partidos, ante una noticia de este estilo, lo primero que se piensa es en el efecto que tendrá electoralmente asumir que hay un corrupto en sus filas. Ante cualquier insinuación de que alguien lo es la boca de todos los miembros del partido se llenan de "yo pongo la mano en el fuego...".
Es una cuestión de educación. No, nos hacen falta hombres de negro, nos hace falta un sistema educativo sólido y estable que imbuya a los niños desde pequeñitos esos valores. Mucho más efectivo que un radar haciéndote una foto es un hijo en el asiento de atrás recordándote que estás superando el límite de velocidad. Pero no, aquí no transmitimos esos valores sino justo los contrarios. Y aquí tampoco nos preocupamos por tener un sistema educativo sólido y estable porque resulta mucho más rentable, desde el punto de vista electoral, tirarnos la correspondiente ley a la cabeza.
La corrupción en España no es un problema coyuntural sino estructural. Lo que es coyuntural es que con la crisis nos alarmemos mucho más de los casos que aparecen pero siempre estuvieron ahí. Y hasta que no se tomen medidas estructurales para atajarla, hasta que no se fomenten unos valores que calen en nuestra cultura de nada valdrán todos los hombres de negro, ni aunque sean Will Smith o Tommy Lee Jones.
Buen domingo a todos.
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