Esta tarde, estaba en la feria de Las Matas, del municipio de Las Rozas, en Madrid. Iba con mi hija la pequeña y una vecina y nos hemos subido en una atracción llamada "El Canguro" que es la típica en la que te ponen a dar vueltas mientras pegas botes arriba y abajo. Como suele ser habitual en las fiestas de San José de Las Matas lleva varios días lloviendo aunque, en ese momento, el tiempo parecía que nos respetaba. De pronto, mientras esperábamos a que se llenase la atracción me he fijado en las conexiones eléctricas de las luces de la parte interior de la atracción. Los empalmes entre las secciones de iluminación estaban hechas con unas clemas que se encontraban al aire sin ningún tipo de aislamiento ni protección. Para muestra, la foto. No nos hemos bajado porque en ese momento aún era de día y las luces estaban apagadas así que, a pesar de que estaba todo mojado, no había riesgo en ese momento. Pero la verdad que me ha dejado intranquilo.
No soy electricista, pero algo de conocimientos de electricidad sí tengo. Unos cables de los colores de la foto tienen, sin duda alguna, polaridades diferentes por lo que, a pesar de que también había aparentemente uno de toma de tierra, dado que estaba todo mojado, había riesgo claro de cortocircuito con consecuencias indeterminadas para los usuarios de la atracción.
Al bajar le he comentado la situación a tres miembros de protección civil que estaban por allí en el entendimiento que entre las responsabilidades de este grupo está la de velar por la seguridad de los vecinos que se encuentran en el lugar. No han mostrado ningún interés por tomar medida alguna al respecto porque "no caía dentro de sus competencias la inspección de las atracciones". A continuación me he dirigido a una pareja de la policía municipal a quienes también he informado de la situación. Me han contestado que hablarían con alguien para que lo mirase pero tampoco me han dado la sensación de una gran preocupación. Para esa hora las luces de la atracción ya estaban encendidas.
En paralelo, visto el poco interés que aparentemente había despertado tanto en protección civil como en la policía municipal, le he enviado un mensaje por Twitter a uno de los concejales de Las Rozas. No porque él sea el competente de esas cuestiones pero sí pensando que él se lo pasaría al concejal responsable para que tomase cartas en el asunto. La respuesta, me ha dejado bastante a cuadros. Más que preocupación por el tema, lo que me ha transmitido ha sido molestia por que le importunase con esas cuestiones. Creo que el comienzo de su respuesta, con ese "uf", es tremendamente significativo. Le he indicado que se lo había escrito a él como miembro del equipo de gobierno, si bien es cierto que no he añadido "y esperando que te preocupases de ello y, por tanto, que se lo pasases a quien correspondiese." En este momento, lejos de preocuparse por las posibles consecuencias de lo que yo le he contado, pasa al contraataque cuestionando el hecho de que "qué tiene que ver que él sea miembro del equipo de gobierno" y recriminándome por no haberme encargado yo de gestionar el asunto. En fin, yo le he enviado unos cuantos mensajes más indicándole que no me parecían oportunas sus contestaciones. Que mejor que se hubiese pensado antes de decirme la policia que, lo mismo, ya lo había hecho. También que para cuando el "preguntase el próximo día" lo mismo ya se había electrocutado alguien. No están aquí todos los mensajes que he escrito yo pero están disponibles en mi TL para el que quiera mirarlos y ver que el único comentario en el que puedo llegar a emplear una expresión que pudiera considerarse como poco adecuada es cuando hago la mención, al principio de todo, de que el tema se la trae al fresco. |
Pues bien, si ya la situación me parecía un tanto surrealista, ya el remate ha sido el último mensaje que me ha enviado, que me ha descolocado del todo:
¡Por Dios! ¡Un concejal preocupándose de un cable mal instalado! ¡Faltaría más!. Poco importa si ese cable mal instalado puede llegar a suponer que alguien termine sufriendo una descarga. No entiendo nada. Yo envío un mensaje a un concejal de la localidad en la que vivo señalandole un riesgo potencial y, al final, si acaso llega a suceder algo resulta que la culpa habría sido mía.
Lo que el concejal no sabe, porque le importa un rábano toda esta historia, es que más tarde, he regresado a la feria de nuevo y he vuelto a hablar con la policia municipal. Se lo he vuelto a contar a otros dos agentes que me han dicho que "seguramente" los técnicos municipales habían inspeccionado la instalación. Ante mi insistencia (y amenaza de irme a poner una denuncia a la Guardia Civil si no se hacía algo) me han dicho que se iban a poner en contacto con los electricistas municipales para que revisasen la instalación. Ya no sé si lo habrán hecho. Espero que sí. Nada me haría más feliz haya sido así y que la conclusión sea que la instalación está completamente en orden y quedar yo como un pesado que no tiene otra cosa en que perder el tiempo que en molestar con sus obsesiones.
No soy un experto en instalaciones eléctricas, pero sí, por mi formación académica, tengo unos conocimientos de electricidad suficientes como para darme cuenta de que esos cables al aire suponen un riesgo. Seguramente no pasará nada. Esos cables tienen toda la pinta de llevar así años sin que haya pasado nada y , probablemente, pasarán otros tantos sin que suceda nada tampoco. Sin embargo, aunque sea una frase fácil, las cosas no suceden hasta que suceden. Entonces todos nos echamos las manos a la cabeza por las consecuencias.
Buenas noches a todos.
p.s. En medio de todo esto, es una tontería y seguramente nadie que haya leído esto se habrá dado cuenta pero, sí, en uno de mis tweets se me ha escapado una diéresis donde no correspondía. Es lo que tiene lo de escribir en el móvil en mitad de una feria con dos niñas pequeñas al lado y el tiempo amenazando lluvia.
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