Tomás Gómez acusa a UPyD y al PP de haberse puesto de acuerdo en un despacho para quitarle la representación a 800.000 madrileños en la mesa de la Asamblea de Madrid. Se cabrea porque en vez de tener dos miembros sólo tendrá uno, igual que IU y UPyD. De esta forma la distribución queda PP 4, PSOE 1, IU 1, y UPyD 1. A Tomás Gómez le gustaría más un 4-2-1-0... pues no sé, pero a mi puesto a pensar en algo razonable me gustaría más algo así como 3-2-1-1. Al fin y al cabo, UPyD tiene 8 diputados en la asamblea así que parece razonable que esté representada en la mesa. ¿Que no le correspondería por el número de votos? Pues, seguramente, pero no se les puede dar sólo una de las patas de una de las sillas de la mesa, hay mínimos que hay que aceptar si queremos que nuestra democracia sea incluyente. El problema es que si la composición de la mesa es ésta última 3-2-1-1, entonces el PP no la controlaría y eso, claro, no puede ser.
De todas formas, más allá de la composición de la mesa, la cuestión está en cómo Tomás Gómez encara esta situación. Ésta y otras que se están produciendo estos días en relación con la constitución de algunos ayuntamientos. Tomás Gómez ha puesto a UPyD en su punto de mira y dispara contra este partido con cualquier munición que se le pone a su alcance... pues yo creo que se confunde. Me viene a la cabeza la famosa frase de "Quod natura non dat, Salmantica non praestat"... Sr. Gómez, si las urnas no se lo dieron, no espere que UPyD se lo preste. La causa de todos los males del PSOE, de la pérdida de representación en la mesa de la Asamblea y de varias alcaldías de la Comunidad de Madrid... no es culpa de lo que haga o deje de hacer UPyD, es única y exclusivamente consecuencia de los resultados electorales del PSOE, nada más. Si, por poner un ejemplo, en Getafe llegara a tener problemas la culpa no sería de UPyD sino de que el PSOE ha pasado de tener un 44% de los votos a tener el 32%, algo para reflexionar ¿no? En la comunidad, el PSOE se ha dejado más de un 7% de los votos por el camino... pero ante todo esto, Tomás Gómez no hace más que mirar hacia fuera buscando responsables en todos lados. Ni un atisbo de asunción de responsabilidades, ni la más mínima muestra de reflexión sobre el motivo por el que los votantes se han ido. Pues eso, que "Conmigo así no, Tomás!"
Siempre me he aplicado aquello de que no se puede extrapolar el caso particular al caso general y ya se que lo que haga o diga yo o lo que piense o deje de pensar no tiene por qué ser lo que pase. Sin embargo, parece que me encuentro en ese grupo de los que votan o dejan de votar PSOE cuando no le gusta cómo se hacen las cosas. De esos a los que nos acusan de entregar el poder a la derecha por no recurrir al voto útil. Y digo esto porque desde luego, aunque queden cuatro años hasta las próximas elecciones, si este es el estilo del PSM ya aviso que mi voto continúan teníendolo perdido.
Si el PSM cambia su enfoque, deja de centrar todos sus mensajes en si los del PP son unos corruptos (aunque lo sean), si UPyD es una marca blanca, rosa o carmesí de nadie, si dejan de emplear mensajes catastrofistas para todo y, sobre todo, si demuestran que se abren a la sociedad, si se dan cuenta de que hay un mundo más allá de su militancia, si se dan cuenta de que no tiene sentido que Barranco siga siendo senador o Rafael Simancas diputado porque son la muestra de que tras las derrotas ahí está el partido para darles cobijo... en fin, si se refundan, entonces es posible que vuelvan a recuperar mi voto y el de todos los desencantados.
Le tengo cierto cariño al PSOE porque fue el partido al primer partido al que voté. Porque la noche de las elecciones del 82, con 18 años recien cumplidos salí a celebrarlo a la calle (con una bandera de España por cierto) y sentí una emoción de esas que te marcan para toda la vida. Porque he sido militante en dos ocasiones y en otras dos he dejado de serlo. Porque desde que una vez el padre de un amigo, siendo yo jovencillo, me preguntó que yo que era y cuando le contesté que socialista me respondió con "socialistas de hoy conservadores del mañana" y porque desde entonces siempre he hecho de mi conciencia social uno de mis principios vitales... pero esto no es un cheque en blanco. Yo he cambiado, la sociedad ha cambiado desde el 82... pero en el PSOE parece que siguen encantados de haberse conocido y no se enterán de que hay todo un mundo ahí fuera.
Saludos
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