EEUU ha ejecutado a Bin Laden al más puro estilo de película del oeste. Afortunadamente un gran número de voces han saltado diciendo que esto no puede ser pero, para mi espanto personal, un gran número de voces -demasiado alto desafortunamente- han defendido lo que se ha hecho y cómo se ha hecho.
Se defiende que se le haya ejecutado a sangre fría cuando estaba desarmado y difícilmente podría haber hecho frente a esos comandos que, con seguramente pinta de Schwarzenegger, se descolgaron de los helicopteros. Les parece bien que la información se haya conseguido a base de torturas. Les parece bien que haya muerto algún inocente que estuviese por allí -los famosos daños colaterales-. Todo por la justificación de que era un asesino despreciable. Sí, lo era, pero la diferencia es que se supone que nosotros no lo somos. El mataba sin piedad. Yo me resisto a pensar que la única solución es hacer lo mismo.
El problema de estas situaciones es que:
- a veces se confunden y se cargan a quien no corresponde... da igual, al fin y al cabo, el beneficio de que deje de matar justifica el que muera alguien que no le corresponde
- a veces torturan a quien no deben... da igual, al fin y al cabo,... aplica lo anterior sustituyendo "muera" por "sufra".
No, no todo vale, precisamente por eso nosotros somos personas y los terroristas ratas inmundas. Por que nosotros defendemos unos valores que los terroristas se pasan por el forro. Si nosotros tampoco los defendemos entonces nos ponemos a su nivel.
Y ya para terminar. Con un poco de pudor, el Presidente Obama debería renunciar a su premio Nobel de la Paz.
Un saludo a todos
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