viernes, 8 de abril de 2011

El iPhone que cambió mi vida

Durante 3 años he tenido una Blackberry. Desde hace unos meses tengo un iPhone. Ambas con el mismo operador. No hay color.

Durante los 3 años que ne tenido la BB he podido disfrutar de lo desesperantemente lenta que era su conexión a internet. De lo mal que se actualizaba la posición del GPS lo que hacía que muchas veces me saltase la calle por la que tenía que girar. Durante una temporada lo usaba para jugar al ajedrez donde no soy un maestro pero me entretengo un poco. Sin embargo, la aplicación que me había descargado se perdió cuando tuve que cambiar de aparato por avería (invento infernal el de la bolita que, afortunadamente para ellos, ya ha eliminado) y cuando me la quise descargar de nuevo ya no estaba disponible en versión gratuita. No la descargué porque el procedimiento era farragoso, tenía que dar mi tarjeta de crédito y no me apetecía nada, así que pasé. Sí debe reconocer que el correo sincronizaba bastante bien igual que los contactos o la agenda. Sin embargo, por algún motivo desconocido algunos mensajes desaparecían o de pronto se me volvían todos como no leídos. En su favor diré que, al final, le cogí cierto gusto a su teclado pero vamos, que mi experiencia de usuario no fue excesivamente satisfactoria.

A finales del año pasado, once again, mi Blackberry se estropeó. Seguramente por culpa mía que le dí algún golpe pero el caso es que dejó de sonar el timbre y de vibrar así que era imposible cuándo me llamaba alguien salvo que estuviese constantemente mirando la pantalla del aparatito. Fue entonces cuando, por primera vez, aunque parezca raro, cayó el iPhone de un amigo en mis manos. Estuve jugando con él un rato y desde el primer momento ya me cautivó. Yo siempre he sido de la órbita de MS y el entorno tan cerrado de Apple no me había atraído nunca. A pesar de conocer la Apple-manía, lo cierto es que nunca me había sentido interesado por sus productos.

Por hacerlo corto y saltándome lo que fue conseguir el aparato y mis interacciones con un par de operadoras que son dignas de otra entrada en el blog, al final me hice con un iPhone4 de 32M.  Y bueno, pues qué decir, que entiendo el éxito de este bicho porque yo podría llegar a afirmar que ha cambiado mi vida. A ver, no me refiero de una forma radical, no he dejado mi trabajo, ni me he vuelto un artista, sigo siendo el mismo consultor aburrido de siempre ;-) pero sí que ha conseguido que haga cosas que no habría hecho de no tener el aparato conmigo.

Primero, ha conseguido que de forma regular compre software. El modelo de la Apple Store me parece muy bueno, tan bueno, que me sorprende que no haya salido ningún otro intentando emularlo (si ha salido disculpen mi ignorancia). Yo he tenido comportamientos mixtos en cuanto a esto de comprar software se refiere y no digo más porque a buen entendedor pocas palabras bastan. El iPhone y la Apple Store han conseguido que, a pesar de la posibilidad de hacerle "jailbreak" al aparato para no tener que pagar por las aplicaciones, no me plantee hacerlo. Ya tengo mi juego de ajedrez por el que esta vez y a diferencia de la BB sí que he pagado. He descargado un montón de juegos para los que, después de probar la versión gratuita, me he descargado la de pago. Tengo otras aplicaciones que, si bien están disponibles en otras plataformas, como el Whatsapp que utilizo de forma habitual. El bicho éste ha cambiado mi forma de interactuar con determinadas personas. Incluso, ha conseguido que establezca algún contacto que, de otra forma no se habría producido nunca (y no me refiero contactos virtuales sino de carne y hueso). Ya he decidido que era tiempo de aterrizar el el mundo de las comunicaciones 2.0. Tengo cuenta de Twitter desde hace más de un año pero sólo ahora he empezado a emplearla de forma habitual. Lo mismo con el Facebook, si publico algo, aunque aún poco, la mayor parte de las veces es porque tengo el juguete en mis manos. En fin, que el iPhone ha cambiado mi vida.

Al final, la BB la utilicé, en la mayor parte de las ocasiones, sólo como teléfono. El iPhone a veces lo utilizo para llamar... pero bueno esto ya lo advirtió Steve Jobs: "es un dispositivo que, además sirve para hablar por teléfono".

Lo dicho, no hay color!!!

Saludos

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